miércoles, 27 de abril de 2011

El placer de encontrar respuestas

No puedo más que expresar mi total algarabía por encontrar en tan poco tiempo una respuesta ante uno de los escritos que he publicado en este humilde Blog. Es por ello que no quiero distraerlos con frases que poco aportarán y les transcribo a continuación lo que me fue enviado en relación a “La Sociedad de los Profesionales Ignorantes”.

COMENTARIOS
Nicolas dice…..
Te felicito nuevamente por la iniciativa!
Sobre este tema me gustaría acercarte algunas reflexiones y aunque parezca que me voy desviando del tema todo tiene que ver a mi parecer. Me gusto mucho el artículo que escribiste sobre las universidades. Ahora bien, las universidades, desde su creación han sido instituciones que han servido a intereses políticos y económicos de los más diversos y bajo las circunstancias más remotas y extraordinarias. Obviamente, resulta inútil tratar de negar que en un esfuerzo enorme, pero solo de las personas, que  ha propiciado que muchísimas gente se forme, capacite, se interese y aprehenda realmente conocimientos, métodos y muchísimas cosas más.
Pero como toda institución creada desde una minoría en condiciones totalmente desfavorables con respecto a grupos políticos, económicos, religiosos, etc., que velan por la seguridad del sistema y su integridad, se termina contaminando, vacía de contenido y, como si esto fuera poco, una herramienta del propio sistema (parecido al caso de los sindicatos).
Con respecto a la evolución de la institución universitaria, nuestros ancestros  inmigrantes de países europeos, muy castigados por las condiciones de vida, y muchas veces escapando de alguna guerra o persecución, veían en la universidad la oportunidad para sus hijos de crecer, mejorar y vivir en condiciones inimaginables para ellos mismos. Analizando esto desde su punto de vista, se trataba solamente de una esperanza, una ilusión de que la sociedad permitiría ese movimiento vertical dentro de la estructura que fijaba el sistema, y la oportunidad de “saltar de clase”. En mi opinión, desde este punto de vista, y analizando la evolución hasta estos días, se trata de una herramienta del sistema mismo que, con la finalidad de delimitar su campo de acción, de aumentar los beneficios de una minoría cada vez más reducida, actúa en como una especie de lazo como los que se usaban para colgar a la gente, en cuanto más tiras de una parte del lazo mas se cierra el círculo. Este sistema necesita elevar sus exigencias y expectativas, y para ello debe aumentar las condiciones para ser parte de él. Esto quiere decir que algunos de nuestros padres tuvieron la oportunidad (porque era oportunidad de unos pocos) de estudiar una carrera, pero ¿se dio ese movimiento vertical dentro de la sociedad? Creo que no, salvo excepciones a las cuales en mi opinión no corresponde atribuírselo a un título universitario. Pero que pasa, aun así, eso permitió que ellos sigan formando parte de un sistema que no los necesita, sino a la inversa, nuestros padres necesitaron del sistema.
Hoy en día pasa algo parecido: el sistema siguió elevando sus condiciones y circulan constantemente frases tales como “si no tenes un titulo, mañana no sos nadie”, “para la único que vas a servir es para barrer la vereda”, las cuales pareciera que se repiten de generación en generación. Pareciera que hoy asistimos a un proceso en el que ya no es una oportunidad estudiar sino una exigencia misma para ser parte de la sociedad. El que no estudia no progresa, el que no progresa prácticamente no existe. Y ese es el mensaje que hoy escuchamos. Por eso soportamos ir a universidades que carecen de contenido, con aulas superpobladas, con profesores indignados y resignados a salarios irrisorios, problemas administrativos constantes, etc, etc, con solo un destino: “¿Psicología? ¿Abogacía? ¿Medicina? Uhhh mira que hay un montón”. De esta forma, nacimos y nacemos con una presión inmensa.
El otro día, estaba charlando con una persona mucho mayor que yo, y me comentaba que hoy la “generación google” (20-30), como a él le gusta llamarnos, carecemos de compromiso, responsabilidad, somos rebeldes sin causa, queremos todo rápido y fácil, etc, etc. Este pensamiento lo tienen muchísimas personas e incluso en estos días el diario de mayor tirada saco una nota llamada “Generación Ipod: un dolor de cabeza para las empresas” que refleja casi con exactitud este tipo de pensamientos.
Reflexionando me pregunto: rebeldes, irresponsables, sin compromiso, pero…..¿con respecto a quien/es? La respuesta es alentadora en mi opinión, creo que esa falta de compromiso, esa rebeldía e irresponsabilidad con algunas de las reglas que exige este sistema es una luz de esperanza. Significa un cambio, el agotamiento de un sistema que se está acabando, que ha iniciado la cuenta regresiva de su autodestrucción, que el sistema tiro mucho de la cuerda de aquel lazo y eso hace que el círculo por donde pasaba la cabeza del condenado desaparezca, y eso me ilusiona. Me hace creer que algo mejor puede llegar a venir y que la gente que no se halla “tinelizada” puede llegar a hacer cosas muy buenas.
Un abrazo grande!
Y perdonen todos por la gran cantidad de errores de todo tipo

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